MISERABLES
¿Cómo se le llama a alguien mezquino o que escatima el gasto?
Miserable
¿Cómo se le llama a alguien perverso, abyecto o canalla?
Miserable
Me acuerdo de ese personaje del Señor de los Anillos llamado Smegol, era un personaje patético y miserable. Despreocupado del resto y centrado en sí mismo, que tranza a cualquier costo la posesión del anillo.
Hay otros seres terrenales que hacen lo mismo y por cuestiones menores; por un puesto de trabajo son capaces de traicionar a un amigo o morder la mano de quién le enseño el oficio.
Algo tiene en común este tipo de personajes. En general son de elaboraciones cognitivas bastante simples, son segundones en lo que hacen y retraídos, sin decir con esto que las personas retraídas sean como estos personajes. También, me parecen que son muy inseguros de sí mismos y además de poseer una personalidad bastante pequeña, se tienen una autoestima muy baja.
Recuerdo que en Argentina, luego de la dictadura que los afectó y ante la indulgencia de la justicia con los asesinos de ese lamentable periodo, muchas personas, sin tomar la justicia por sus manos, decidieron declarar a esos macarras personas como “non gratas”. Es el caso del Angel de la muerte o, también llamado, el Señor de las monjas voladoras (Alfredo Astiz), en la ciudad de Vicente Lopez (RESOLUCIÓN N°: 88/2000 Ref. Expte. N° 1512/2000 H.C.D.), o del torturador Héctor Antonio Febres (Selva) en Concordia, provincia de Entre Rios. Para su infortunio, se produjeron dos movimientos que si bien no son los ideales en un estado de derecho al menos se acerca a una instancia que genera tranquilidad y confianza, más que en la institución que debe proveer justicia, en las personas que integran nuestra sociedad, en el sentido que sintieron la responsabilidad generar alternativas para procurarse justicia . Por una lado, en cada lugar donde llegaba a vivir estos personajes se les declaraba, como señalaba, personas “non gratas”. De esta forma tuvieron que cambiar permanentemente de domicilio. Por otra parte, desde el extranjero se les solicita la extradición (desde suecia en el caso de Astiz). Es decir, el asunto no era tan fácil para ellos como decir: - me voy a vivir al extranjero. Porque sobre ellos pesaba, orden de captura internacional. En consecuencia, lo que logran ambos movimientos es “achicarles el mundo” o, en otras palabras: que vivan su impunidad… - pero aquí no. Gritan unos y - acá tampoco. Gritan los de más allá.
Como se puede invertir la dialéctica (Hegel à Marx), aquí también se puede invertir la culpa: en vez de un movimiento que va de adentro hacia fuera, forzarlo para que vaya de afuera hacia adentro.
Andar arrancando por el mundo con unos millones en los bolsillos, no pagar los impuestos y hacer una escandalera por ello, parece un asunto de, al menos, muy mal gusto. Lo increíble de todo esto es que se le esta enjuiciando por evasión tributaria de algo más de 400 millones de pesos, porque los miserables, igual que Al Capone, no pagaron los impuestos de dineros que no se tiene absoluta claridad de cómo fueron habidos. Todo esto es la punta del iceberg, imaginen que la punta que asoma de estos bloques de hielo es un octavo del cuerpo total y lo que se ha descubierto de este sujeto y su clan, hasta el momento, son 27 millones de dólares, multipliquen por ocho entonces.
Miserable, antiestético. Millones más, millones menos, al final da lo mismo, lo importante son los movimientos que se pueden producir como los que acorralan a Astiz. Sin embargo, en el caso de estos tránsfugas es tan patético el asunto que son ellos mismos los que se van acorralando: usar la figura del asilo político para proteger sus cuentas o millones, los va encerrando no sólo en términos territoriales sino también en términos discursivos. Asilo se solicita cuando a partir de un pensamiento político, religioso o cultural se corre el riesgo de perder la vida o sufrir vejámenes físicos, la señora que lo solicitó con suerte piensa. Finalmente, el dinero es un medio simbólico de intercambio y si un movimiento no les reconoce la legitimidad de ese dinero, lo más probable es que no van a tener donde gastar lo que para ellos es su bien más preciado: su fortuna monetaria. Y como son tan miserables, sin ese dinero van a quedar convertidos en nada y develados en su ruina moral.
No me gusta andar deseándole el mal a la gente, pero no puedo dejar de sentir algo muy cercano a ello en el caso de estos ladrones.
Miserable
¿Cómo se le llama a alguien perverso, abyecto o canalla?
Miserable
Me acuerdo de ese personaje del Señor de los Anillos llamado Smegol, era un personaje patético y miserable. Despreocupado del resto y centrado en sí mismo, que tranza a cualquier costo la posesión del anillo.
Hay otros seres terrenales que hacen lo mismo y por cuestiones menores; por un puesto de trabajo son capaces de traicionar a un amigo o morder la mano de quién le enseño el oficio.
Algo tiene en común este tipo de personajes. En general son de elaboraciones cognitivas bastante simples, son segundones en lo que hacen y retraídos, sin decir con esto que las personas retraídas sean como estos personajes. También, me parecen que son muy inseguros de sí mismos y además de poseer una personalidad bastante pequeña, se tienen una autoestima muy baja.
Recuerdo que en Argentina, luego de la dictadura que los afectó y ante la indulgencia de la justicia con los asesinos de ese lamentable periodo, muchas personas, sin tomar la justicia por sus manos, decidieron declarar a esos macarras personas como “non gratas”. Es el caso del Angel de la muerte o, también llamado, el Señor de las monjas voladoras (Alfredo Astiz), en la ciudad de Vicente Lopez (RESOLUCIÓN N°: 88/2000 Ref. Expte. N° 1512/2000 H.C.D.), o del torturador Héctor Antonio Febres (Selva) en Concordia, provincia de Entre Rios. Para su infortunio, se produjeron dos movimientos que si bien no son los ideales en un estado de derecho al menos se acerca a una instancia que genera tranquilidad y confianza, más que en la institución que debe proveer justicia, en las personas que integran nuestra sociedad, en el sentido que sintieron la responsabilidad generar alternativas para procurarse justicia . Por una lado, en cada lugar donde llegaba a vivir estos personajes se les declaraba, como señalaba, personas “non gratas”. De esta forma tuvieron que cambiar permanentemente de domicilio. Por otra parte, desde el extranjero se les solicita la extradición (desde suecia en el caso de Astiz). Es decir, el asunto no era tan fácil para ellos como decir: - me voy a vivir al extranjero. Porque sobre ellos pesaba, orden de captura internacional. En consecuencia, lo que logran ambos movimientos es “achicarles el mundo” o, en otras palabras: que vivan su impunidad… - pero aquí no. Gritan unos y - acá tampoco. Gritan los de más allá.
Como se puede invertir la dialéctica (Hegel à Marx), aquí también se puede invertir la culpa: en vez de un movimiento que va de adentro hacia fuera, forzarlo para que vaya de afuera hacia adentro.
Andar arrancando por el mundo con unos millones en los bolsillos, no pagar los impuestos y hacer una escandalera por ello, parece un asunto de, al menos, muy mal gusto. Lo increíble de todo esto es que se le esta enjuiciando por evasión tributaria de algo más de 400 millones de pesos, porque los miserables, igual que Al Capone, no pagaron los impuestos de dineros que no se tiene absoluta claridad de cómo fueron habidos. Todo esto es la punta del iceberg, imaginen que la punta que asoma de estos bloques de hielo es un octavo del cuerpo total y lo que se ha descubierto de este sujeto y su clan, hasta el momento, son 27 millones de dólares, multipliquen por ocho entonces.
Miserable, antiestético. Millones más, millones menos, al final da lo mismo, lo importante son los movimientos que se pueden producir como los que acorralan a Astiz. Sin embargo, en el caso de estos tránsfugas es tan patético el asunto que son ellos mismos los que se van acorralando: usar la figura del asilo político para proteger sus cuentas o millones, los va encerrando no sólo en términos territoriales sino también en términos discursivos. Asilo se solicita cuando a partir de un pensamiento político, religioso o cultural se corre el riesgo de perder la vida o sufrir vejámenes físicos, la señora que lo solicitó con suerte piensa. Finalmente, el dinero es un medio simbólico de intercambio y si un movimiento no les reconoce la legitimidad de ese dinero, lo más probable es que no van a tener donde gastar lo que para ellos es su bien más preciado: su fortuna monetaria. Y como son tan miserables, sin ese dinero van a quedar convertidos en nada y develados en su ruina moral.
No me gusta andar deseándole el mal a la gente, pero no puedo dejar de sentir algo muy cercano a ello en el caso de estos ladrones.