sábado, diciembre 31, 2005

1 de enero

0 parroquianos

Hoy me di cuenta de que lo que escribí ayer en realidad lo escribí hoy: todo lo del treintaiuno de diciembre lo escribí el uno de enero, es decir hoy, y lo que escribí el treinta de diciembre lo escribí el treintaiuno, es decir ayer. Lo que escribo hoy en realidad lo escribo mañana, que para mí será hoy y ayer, y también de alguna manera mañana: un día invisible. Pero sin exagerar

Juan García Madero,
Personaje de “Los detectives Salvajes”.
Roberto Bolaño

miércoles, diciembre 21, 2005

La Diosa de la discordia

2 parroquianos

La Diosa ha puesto una manzana en este blog. No se si para mi o para quién se sienta con los atributos para recogerla, esperaremos a ver si alguien se la quiere comer. El fruto aquel ha sido "dejado" en dos artículos o cuentos: "consumir o consumirse" y "Eloise" y aprovecho de contestar el último comentario en lo que es la mesa central de éste que ha pasado a ser un espacio compartido.

Es cierto que el blog no se actualiza con toda la frecuencia que me gustaría. El tiempo, en ese sentido no es un problema, siempre es una excusa. Si no ofrezco nuevos artículos se debe a dos cosas: a) que estoy tramando algo, y b) parafraseando a Bolaño, que a veces los monstruos que anidan dentro de la cabeza, simplemente, se niegan a salir. Esto último se relaciona con los microcuentos que he escrito y, efectivamente, puede que Eloise... no, estoy cierto que Eloise tiene un cúmulo de sensaciones que no ha mostrado. Así como me gustaría saber que sucedió con Tom Tom en su pasado y que va a ser del personaje que le ayudó a volar. En definitiva, instancias creativas de este tipo me eran ajenas, pero ahora se me revelan con un atractivo inconmensurable.

Por último, agradecer los comentarios y elogios de quienes me leen y me dan feedback. Si no se lee lo que escribo o, si no hay rapport el ejercicio de escribir me permite satisfacer una necesidad básica, todo lo demás es un plus que agradezco muchísimo y, por lo tanto, no hay deuda ni regaño a mis visitantes.

martes, diciembre 06, 2005

Puertas

0 parroquianos

Ese día, llegó inusualmente alegre. Pedro nos contó acerca de los planes que tenía para resolver el problema de las puertas que no cerraban en su casa y explicó, a partir de eso, que la madera de las puertas tiene un tratamiento especial que es provocado en el crecimiento del árbol por una técnica usada por los ingenieros agrónomos. Profesionales que son preparados en una Universidad, donde el asistió a varias reuniones del movimiento y que ahí conoció al líder político que fue muerto y hoy es un ícono de la lucha, dictadura que le privó de la oportunidad de levantar una empresa, él, decía, es de izquierda (¿?)… Entremedio, y sólo a Juan, compañero de trabajo, le dio algunos consejos para ser más “potente” en el sexo (¿?). Me pareció raro, la verdad es que hablaba como atropellándose con las frases. Credibilidad no le doy ninguna, pero ese día andaba muy simpático, era agradable y me daba risa escucharlo. Completó todos los espacios de silencio hasta salir de la sala de reuniones dirigiéndose a no se dónde, eso sí, no tengo idea como va a resolver el tema de las puertas.

viernes, diciembre 02, 2005

Eloise

2 parroquianos

Eloise escucha el sonido del ambiente, escucha, sólo escucha pronunciar palabras al punto que es una contradicción este relato, no debería haberse escrito ya que ella sólo escucha, y al mismo tiempo mira en 360 grados a pesar que tiene la vista fija en un punto. Mira y escucha, y de pronto lo que escucha se comienza a transformar en una inundación de significantes que se convierten en un tapón para sus palabras… no sale nada de su boca. Un pequeño hilo de aire recorre desde los alvéolos hasta la boca y viceversa, en un movimiento rápido e incesante. Luego, la humedad contenida en sus ojos nublan su vista, al mismo tiempo que su cabeza ha transformado las palabras en ruido. Eloise esta detenida en el tiempo, amarrada a un tic tac que no afloja. Sabe que es mínimo el esfuerzo para liberarse, pero cree, al mismo tiempo, que un cable de acero alrededor de su pecho la retiene a la silla.
Levántate… no seas tonta… era una broma, le dicen.